lunes, 12 de abril de 2010

sábado 17 de abril. Piedra, papel y tijera.

Piedra, papel y tijera.

Una vez más, andanzas de jóvenes entre pendientes. La hora de la iniciación, de los descubrimientos. Escenarios disímiles para pensarnos, para pensarlos. Hoy no nos detenemos en la relación de tribus urbanas, la ciudad como punto de fuga y encuentro sino arribamos con “Piedra papel y tijera” de Inés Garland a la particularísima isla del delta. Zona de agua, de ríos e inventos, laberintos y vericuetos, primeros encierros, causas extraordinarias, oscuros relatos de piques, cataclismos individuales de un pasado remoto para estas alturas…Hablar de las islas nos hace pensar en otras islas, el rostro hacia el río o las espaldas al río. Los chicos y las chicas que viven hoy en el río, su relación con las cosas, lo demasiado quieto en medio de lo que siempre fluye, una quietud de otro orden, y el deseo, la fertilidad, el arrojo, las pasiones, los cuentos. Cuentos o palabras que quedan anotadas, y allí vamos, en un bote que no sabemos dónde se detendrá, en un bote que busca un nombre, que busca nombrar. No sabemos si hay puertos muelles pilotes dónde parar.






Nuestra elección supuso un riesgo. No sabíamos el exacto devenir de la novela del que tampoco haremos un desarrollo demasiado meticuloso. Seguimos la primera intuición. Una historia de tres amigos. Alma que llega todos los fines de semana a reencontrarse con Carmen, su querida confidente, su amiga de intemperies y con Mario, el amante de la pesca y el silencio y un cajón peruano y una isla que será de ellos para siempre.


camalotes

La vida ruda


Cada vez que leemos una novela del río no podemos dejar de pensar en Sudeste, quizá la máxima oda al río existente en la literatura rioplatense. Y decimos oda por esa sucesión de ecos y resonancias y personajes y cañaveral alucinado por citar de una manera exuberante la zarza de la ribera. Sitio sin ningún estatismo y lleno de silencio y de tormentas y de bravura y de perros y casas vacías y de cielos que se juntan con las nubes y que anuncian el agua. Agua por todas partes. Humedad por todas partes. El invierno hostil en el que se muestran acostumbrados aunque enfrentándolo Carmen y Mario.




las ceremonias del cuore



Ceremonias

Una ceremonia es el signo exterior o manifestación de los sentimientos del corazón. Tal parece ser la etimología de este término. Se deriva de ker, cor, el corazón y de moneo, advertir, dar a conocer. No sabemos si esta palabra se ajusta con precisión a las prácticas que los chicos de esta historia realizan; no vuelven sus prácticas como si estuvieran en un escenario, no las socializan necesariamente con otros ni siquiera forman parte de cortejo alguno, pero lo cierto, es que sobrevuelan los sentimientos, y entre ellos sí existe una idea de iniciación, de descubrimiento que se transforma en un ritual, en un credo secreto que produce lazos: Decir las mismas palabras a determinada hora, construir un código propio para encontrarse, lanzar la línea cada vez casi de idéntica manera cada día en complicidad con el cuidadoso silencio de quién entiende la hora de la pesca. “Nos quedamos ahí sin zarpar. Marito ya no nos mira. Su cuerpo se echa hacia atrás, su mano traza un arco y lanza la plomada, un silbido que vuela por el aire y cae con un golpe en el medio del río, los aros de agua se van abriendo unos después de otro hasta desaparecer. Este procedimiento se repite muchas veces y el mismo paisaje con sus variaciones se advierte semejante al día anterior. Casi como una repetición. Los aros en el agua, el brazo decidido que sujeta el junco. Los mismos juncos de los que los chicos muchas veces se han amarrado para sostenerse en la orilla.


"Alejandra" El barco de Haroldo Conti

Los mensajes que nos acercaron...
Eugenia: Barco Ebrio le pondría
Isabel: mi barco se llama Medusa porque va libremente
Horacio: el bote mío se va a llamar "camalote" así rima con bote y también navega, se desplazacon las corrientes y se acumula con otros en los remansos.
Camila: mi bote se va a llamar Votecote
Nelba: mi barco se llama Pirata
Graciela: mi chalana se llamaría libélula azul
Estela: mi bote se llamaría los sueños
Roberto: "Beto" para usar las mismas palabras que bote
Agustina: difícil, pero mis ansias de naufragar y participar por, al menos, un barquito de papel, arriesgo y digo "Prisa mata" robado de algún viajero brasilero
Julieta: Misteriosa
Miguelito: le pondría Fanatic
Ernesto: mi bote se llama enaguas mojadas
Kristel: a mi bote, si lo tuviera, lo llamaría "lobo de mar"
Julia P: Brisas de mar o brisas de río
Anónimo: mi bote se llama Tremal-Naik como el personaje de Salgari
Norma: le pondría tararira porque me gustaría verlas saltar alrededor de la chalupa
Julieta: nos escribió: qué ganas de tener un bote/velerito y navegar navegar navegar por el amado Paraná... Le pondría: MISTERIOSA. Y seguro Kristel me ayudaría a construirlo.
Ivamaría: Un barco, una lancha, una canoa, nosé más. El único que sé.




En el tercer programa del año revisaremos una nueva novela que tiene por protagonistas a jóvenes que muestran sus deseos de ser, de encontrarse, de acercarse a nuevos mundos. Una zona diferente para anclar estos sentidos: el río, el delta del Paraná. Y Alma, la protagonista de esta historia.



Los invitamos a que puedan acercarnos al correo flautitaybaguette@hotmail.com la consigna para jugar al juego.



Si hay algo maravilloso que tienen las historias ribereñas en su relación con las cosas. Las vuelven indispensables, irremplazables y entre ellos, las embarcaciones cumplen esa función de las idas y venidas, del contacto con el entorno, el traslado, la fuga, la aventura, la deriva, el riesgo, y el uso cotidiano haciendo de ellas un ánima que las diferencia y las vuelve casi como los seres. Los barcos, las canoas, las lanchas, los botes van y vienen y nos traen a esa zona de agua y nos vuelven un poco como el agua.



Si tuvieras un bote entonces... qué nombre le pondrías?




Entre los ribereños se dice que un bote no puede navegar sin nombre, que necesita de ese ritual de bautismo. Recordamos el nombre que Haroldo Conti le puso a su barco mientras que lo estaba haciendo.... "Alejandra". Más tarde fue el nombre de su hija.



Recorda que podes hacerlo hasta el sábado a las dos de tarde para entrar en las citas y que también podes mandar un mensajito al teléfono 155791794 de la ciudad de La Plata.


Escuchalo los sábados de14 a 15 por radio Futura, 90.5

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